La fotografía artística

    Establecer los límites o la definición de lo que se puede considerar como fotografía artística resulta sumamente difícil. El origen de esta dificultad es el mismo concepto de Arte, que no tiene una definición cerrada, ya que lo que convierte una realización en obra de arte es una valoración que está sujeta a condicionantes social o temporal. La propia evolución del hacer fotográfico en cuanto a técnicas, instrumentos y función social ha dado lugar, a pesar de su corta vida, a diferentes estilos fotográficos que tienen relación con las ideas dominantes en cada momento o que tienen su origen en rupturas con el quehacer anterior: desarrollo tecnológico, evolución del lenguaje de la imagen, concepto de belleza, acercamiento de las imágenes al público, etc.

    La percepción de una fotografía como Imagen artística puede estar asociada al academicismo, que se caracteriza por dos rasgos esenciales. El primero de ellos es la concepción del arte en relación con valores espirituales, que se concretan en la belleza, la armonía y el equilibrio; el arte más concebido huye de toda intención utilitaria y debe incluso evitar una relación demasiado próxima con la realidad. En segundo lugar, el arte es el campo de la perfección formal en la que el artista es un virtuoso de la técnica.

    Otra valoración de la imagen artística puede ser la relacionada con el aura que designa lo que se supone que emana de ciertas personas o de ciertos objetos. Si una obra artística tiene un aura es que irradia, que emite vibraciones particulares, que no puede ser vista como un objeto ordinario. En todas las sociedades que han conocido un desarrollo artístico, el arte está dotado de un valor especial que confiere a sus producciones un prestigio particular. Quizá este concepto de aura podamos sustituirlo por un término más común y más cercano: la magia. La Foto artística puede ser aquella foto que transmite magia, que nos atrapa. Y la magia fotográfica se puede expresar por medio de una foto que transmite misterio, ternura, y tiene una doble lectura, es decir, que posee una connotación.

    Según R. Wollheim. El arte “es un campo de producciones humanas comparables al lenguaje, que tiene, como el lenguaje, un valor simbolizador y, como él, una vida propia, tanto desde el punto de vista del autor como desde el punto de vista del espectador. Resulta de ello que hay, desde luego, intenciones artísticas, y que el arte exige un aprendizaje”.

 

Gandica A. Giulianna. detrás de quien admira el arte . Buenos Aires, Argentina. Enero del 2013. Técnica Digital. Archivo de la autora.

Aguilera U. Gresliz. No hay edad para sentír. Mérida, Venezuela . Julio del 2011. Técnica Digital. Archivo de la autora.