LAS IMPERFECCIONES DEL ACERCAMIENTO

 

    Al fotografiar a personas es muy importante que se les vea bien. Hay muchas formas de resaltar la fisonomía del personaje jugando con la luz, el fondo, la perspectiva y la composición.


    En el caso de la luz, es importante que el sujeto tenga sombras en la cara que resalten sus facciones, si no es así, aparecerá una cara "plana" sin relieve. Una luz lateral puede ayudar.

    En el caso del fondo, es recomendable quitarle importancia haciéndolo borroso. De esta forma se resaltará al sujeto. Para ello hay que contar con una profundidad de campo pequeña. Hay dos formas de disminuir la profundidad de campo, aumentar la apertura de diafragma (número f bajo), y aumentar la distancia focal (zoom alto).

    Aumentando la distacia focal con el zoom modificamos también la perspectiva, acercando el fondo y haciendo la imagen más plana. De esta forma evitamos deformar la cara del sujeto.

    En cuanto a la composición, depende de si se quiere hacer un primer plano o no. En cualquier caso hay que tratar de que el sujeto ocupe buena parte de la imagen.

    El objetivo perfecto para el retrato del rostro es de longitud focal igual al doble de la diagonal del formato del fotograma, (80-100mm para el formato 24x36). El objetivo focal larga, evita las distorsiones de la perspectiva ( la nariz o mentón pronunciados) provocadas por el acercamiento excesivo de la cámara fotográfica hacia el rostro.

    En los primeros planos una nitidez acentuada puede poner en relieve posibles defectos de la piel del sujeto.

    Para suavizar la imagen se puede colocar un filtro difusor, que aporta al retrato, un aire romántico permitiendo disimular las imperfecciones del rostro.

    En los retratos la cara ocupará casi toda la escena. Es recomendable que se vean al menos los hombros de la persona.

 

Aguilera U. Gresliz. Sin título. Mérida, Venezuela . Noviembre del 2011. Técnica Digital. Archivo de la autora.